Ácido Valpróico en suero

Ayuno de 4 horas. Tiempo óptimo de toma de muestra: 1 hora antes de la próxima dosis

El personal del laboratorio le tomará una muestra de sangre de un brazo.

El ácido valproico es un fármaco antiepiléptico y estabilizador del estado de ánimo ampliamente utilizado en el tratamiento de trastornos neurológicos y psiquiátricos. Su eficacia y versatilidad lo convierten en un componente fundamental en el arsenal terapéutico de los profesionales de la salud. Sin embargo, su uso requiere una cuidadosa monitorización, que incluye pruebas de laboratorio clínico para garantizar su eficacia y seguridad.

Una de las pruebas de laboratorio más comunes asociadas con el ácido valproico es la determinación de niveles séricos del fármaco. Estas pruebas son cruciales para optimizar la dosificación y evitar efectos adversos. Los niveles terapéuticos adecuados del ácido valproico varían según el trastorno tratado, pero generalmente se sitúan entre 50 y 100 microgramos por mililitro. La medición regular de estos niveles ayuda a ajustar la dosis según las necesidades individuales del paciente.

Además de monitorizar los niveles séricos del ácido valproico, las pruebas de función hepática son esenciales debido al potencial hepatotóxico del medicamento. El ácido valproico puede provocar daño hepático, especialmente en dosis elevadas o durante un tratamiento prolongado. Por lo tanto, se recomienda realizar pruebas de la función hepática antes de iniciar el tratamiento y regularmente durante el mismo para detectar cualquier signo de toxicidad hepática en etapas tempranas.

Otra prueba relevante en pacientes que toman ácido valproico es la evaluación de los niveles de amonio en sangre. El fármaco puede causar hiperamonemia, un aumento en los niveles de amonio en la sangre, que a su vez puede desencadenar encefalopatía hepática, especialmente en pacientes con trastornos metabólicos subyacentes. La detección temprana de niveles elevados de amonio permite ajustar la dosis de ácido valproico o considerar otras opciones terapéuticas para prevenir complicaciones graves.

En resumen, el ácido valproico es un medicamento efectivo para el tratamiento de diversos trastornos neurológicos y psiquiátricos. Sin embargo, su uso seguro y eficaz requiere una monitorización regular a través de pruebas de laboratorio clínico, incluyendo la medición de niveles séricos del fármaco, pruebas de función hepática y evaluación de los niveles de amonio en sangre. Estas medidas ayudan a optimizar el tratamiento y a prevenir posibles complicaciones asociadas con su uso.